Sin pelos en la lengua Sin pelos en la lengua malabares ocasionales.: 11/06

malabares ocasionales.

domingo, noviembre 19, 2006

Juan Gelman






La más mujer del mundo

sonríe como un cómplice
bajo el calor suelta sus animales bellos desnudos indolentes
y recorren la tierra llenándola de ansias de carne en libertad
ella prepara sus abismos
ninguno la conoce
en la mitad de la noche me despierta la oigo como enciende su furor
y las crepitaciones
de rostros que ella quema lentamente
contra su voluntad.
de LA ERÓTICA ARGENTINA (Antología poética 1600/1965) de Daniel Rodríguez Mujica
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Amor


a tu alrededor

amo esa zona surcada por elegantes ondas
esa mezcla de vórtice y halo que se dispone a tu alrededor

amo esa propiedad absorbente de tu atención
consecuencia de tus preguntas de tus sonrisas de tus movimientos cortaditos
esa distracción con que la ejerces

pero ese alrededor también es mío


Cesar Fernandez Moreno.

viernes, noviembre 17, 2006

Haiku


Yosano Akiko (1878-1942)
El bote se aleja
y forma un camino blanco.
Mi dolor y su huella.


Mis canciones

Porque mis canciones son breves
la gente cree que atesoré palabras.
Nada he ahorrado en mis canciones.
No hay nada que pueda agregar.
Distinta de un pez,
mi alma se desliza sin agallas.
Yo canto sobre un suspiro.

lunes, noviembre 13, 2006

Los errores necesarios

Considere usted cómo enternece el error
del joven poeta que supone en su cabeza
los laureles más genuinos de la época;
del mismo modo
el hombre que llegó aullando a la comisaria
suponía que toda la justicia del mundo
se concentraba allí para ocuparse de su caso.
Piense que en certezas de ese tipo
se apoya el movimiento de la historia,
el principio y el fin de los años
el régimen de los ríos y las dinastías del poder.
Allí la esperanza está fuera de cuestión
pues se trata de otra cosa
mientras usted sueña o se muerde los puños,
escupe su bilis y no está seguro de nada.
Pero no se pregunte en qué equivocación
ponen los pies para andar sin caerse.
Ellos sostienen que nada justifica el mundo
sino sus propios delirios personales.
Y deben estar en lo cierto, a menos
que ese mismo mundo esté allí sin finalidad alguna.

Joaquin Giannuzzi

sábado, noviembre 11, 2006

Luna













Por Jaime Sabines
La luna se puede tomar a cucharadas
o como una cápsula cada dos horas.
Es buena como hipnótico y sedante
y también alivia
a los que se han intoxicado de filosofía.
Un pedazo de luna en el bolsillo
es el mejor amuleto que la pata de conejo:
sirve para encontrar a quien se ama,
y para alejar a los médicos y las clínicas.
Se puede dar de postre a los niños
cuando no se han dormido,
y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos
ayudan a bien morir

Pon una hoja tierna de la luna
debajo de tu almohada
y mirarás lo que quieras ver.
Lleva siempre un frasquito del aire de la luna
para cuando te ahogues,
y dale la llave de la luna
a los presos y a los desencantados.
Para los condenados a muerte
y para los condenados a vida
no hay mejor estimulante que la luna
en dosis precisas y controladas

Ella

Ayer, la luna, luna fina, delicada
Media luna, chiquita, angosta y
Dulce. Esa luna, mi luna...
Estaba con agua.
Difusa ella
Tras la niebla.

Hoy descubrí una lágrima
Recorriendo tu espalda.

viernes, noviembre 10, 2006

Pessoa.


Si yo pudiera morder la tierra toda
Si yo pudiera morder la tierra today sentirle el sabor seria más feliz por un momento...Pero no siempre quiero ser felizes necesario ser de vez en cuando infeliz para poder ser natural...No todo es días de soly la lluvia cuando falta mucho, se pide.Por eso tomo la infelicidad con la felicidad.Naturalmente como quien no se extrañacon que existan montañas y planicies y que haya rocas y hierbas...Lo que es necesario es ser natural y calmado en la felicidad o en la infelicidad.Sentir como quien mira Pensar como quien anda,y cuando se ha de morir,Recordar que el día muere y que el ponientees bello y es bella la noche que queda.Así es y así sea.


Sabes? 18-6-99
Anoche soñé contigo.
Tomabas mi mano
Te gustaba la noche
Tomabas la luna
Y me la entregabas
Y me encendía
Mientras la noche.

jueves, noviembre 09, 2006

La mujer del cuadro

Hacía tiempo que no tenía una cita. El muchacho la pasó a buscar en su auto super-star con música yea yea y la llevó a ver una película que ella había elegido. Una película grave, de tono oscuro, decir trágica es poco.
Recomponer el clima horroroso que les había dejado el film parecía imposible. Subieron al auto y él puso la música a todo lo que da. Claro, quería sacarla a ella del entumecimiento en el que había entrado, se le había adosado a su gesto la mueca sórdida del destino. Le era difícil mirarlo. ¿Había alguien allí?.
La ciudad le daba vueltas en un ritmo continuo. Imágenes del pasado le venían una y otra vez. Una y otra vez había elegido la película. El se dio cuenta de la tristeza que animaba en el alma de aquella muchacha. Esto mismo, más allá de las piruetas que hizo, posibilitó que ella se reincorporara. Comieron, charlaron y rieron. Al fin la noche emergió del abismo.
Él la invitó a tomar el café a su casa nueva. Ella rechazó la invitación, el temor la seguía agazapando.
La trató muy bien y a ella se le hizo carne la experiencia del contraste. Este contraste le reavivaba su herida.
Acordamos con ella en afirmar en que hubo un tiempo en que vivió una película poco menos que trágica y la muerte llegó de la mano del capitán. El contraste lo provoca él. Y la herida emerge como la noche, se la ve, la sensación que tiene es que no va a cicatrizar más. Y el remedio que traigan todos los capitanes de los barcos con sus hombres negros, fuertes, musculosos y alegres la avivarán a modo de llama, alerta, recuerdo.
Lo curioso es que este recuerdo se entremezcla, entrelaza, contrapone; no sé cómo decirlo, no lo podemos definir. De la herida surge otra imágen asociada a un cuadro. Del ambiente sórdido de “La mujer del puerto”, sale contrapuesta otra “La mujer del cuadro”. Esta otra sale de la herida, brota. Es un cuadro de S. Dalí. La mujer está de espalda. Lo significativo es la delicadeza con que el pintor redondeó las curvas de esta mujer.

Estado del tiempo


Nublado. Atreviendose a soportar el tiempo de espera. De que? No se. Pero siempre se trata de esperar y de tener paciencia. Y también tolerancia. Esto parece un discurso evangelista: hermanos quereos los unos a los otros. Y no me gusta. Pero habrá discursos que no tienen nada que ver de raiz y que en realidad se parecen y eso nos parece un horror, no se.
Y bueno quería tener un blog y lo estoy haciendo y ahora tengo que tener paciencia para publicar cosas interesantes. Y que me surja en mi cabeza cosas creativas.
Chau y hasta la proxima.


 
Sin pelos en la lengua